La película que usted no se puede perder, no solo por apoyar el cine nacional, sino porque le prometemos calidad, entretenimiento y carcajadas a montón.
A eso de las 7:30 de la noche la lluvia mermaba a la afueras del Cine Magaly, la casa estaba a reventar y en el aire se respiraba el ansias y la expectativa. A la cita estaban invitados los amigos, la prensa y gran parte de las caras conocidas del medio criollo, un ambiente muy ameno, de camaradería. flashes, entrevistas y saludos por doquier, el ingreso a la sala se hacía lento, todos querían un selfie con los actores o cineastas, al ingreso de la gran sala la expectativa crecía aún más, y no por menos, estábamos a minutos de ver una producción tica de la que habíamos escuchado muchas cosas buenas. Andrey Siles, encargado de prensa, da la bienvenida a todos los invitados, seguidamente el actor y productor asociado Carlos Álvarez toma el micrófono y con unas conmovedoras palabras plasmó lo que ha significado el proyecto para él, fue el turno de la cineasta Soley Bernal, la mente creadora que dio forma al proyecto, logrando llevar a todos a la reflexión, sobre lo que vale la pena, sobre el ser feliz, argumentos que plasmó en su película y creemos logró de maravilla.
Las luces de sala se atenúan para dar paso al filme, e inicia el momento más esperado de la noche, se empieza a proyectar la película “El lugar más Feliz del mundo” , no tardó en sorprendernos, el sonido es tal y como lo prometieron, las imágenes, el vestuario, las locaciones, el guion, todo en absoluto se ve totalmente cuidado, pero contándole como mero espectador, el filme se vuelve una gozada de principio a fin, escena tras escena uno se encuentra con algo innovador, alguna ocurrencia o sorpresas, sin duda es una película para disfrutar y que entretiene como las más grandes.
¿Ustedes se imaginan la dura tarea que puede resultar unir a las imágenes más consolidadas del humor nacional para un proyecto en conjunto? Pues la producción de “El lugar más feliz del mundo” lo logró, y de una forma magistral, si usted compra su boleto y piensa que va a ver el mismo humor de los festejos de fin de año o del Chinamo (El cual no es nada malo de por sí) está equivocado, usted se va a topar con una película cómica muy elaborada, con humor muy fino, que más allá del chiste, trabajó sobre el personaje como tal, en ningún momento hay humor vulgar, es un deleite para toda la familia, que lo deja con la frente en alto, admirando el mercado de talento humorístico y actoral de este terruño, superando todo lo hecho antes.
De las caras conocidas y queridas del humor, no faltó nadie, en muchos se despierta la nostalgia al ver a Marcia Saborío y María torres en un proyecto juntas, Alex Costa se llevó al bolsillo al público, Carlos Ramos el Porcionzón tiene intervenciones atinadísimas y de muy buen tacto, Ricardo Jimenez nos deja perplejos con sus gestos, no pudo faltar Emeterio Viales y si Dios les hubiera prestado vida hasta Gorgojo y Carmencita Granados estarían en el reparto. Todo el elenco y la producción lograron un fruto capaz de sacarle a usted las carcajadas, envolverlo en la aventura que viven los protagonistas y poner en la palestra algo tan necesario en todo humano, encontrar la felicidad. La película logró que durante la proyección la sala de cine se volviera “El lugar más feliz del mundo” y merecen un aplausos de pie.